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La ansiedad es un fenómeno normal que podemos experimentar todas las personas y que en condiciones normales facilita nuestra adaptación a las situaciones. Su finalidad es provocar una serie de reacciones físicas y emocionales ante situaciones amenazantes o peligrosas con el fin de que pongamos en marcha estrategias para evitar el riesgo, o enfrentarnos a él. Sin embargo cuando la ansiedad supera unos niveles, o cuando aparece ante situaciones que no son realmente peligrosas para nuestra vida, se convierte en un problema de salud, pudiendo llegar a ser un trastorno, el cual interfiere en la vida social, familiar, laboral e intelectual.
Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, tensión y rigidez muscular, cansancio, sensación de mareo e inestabilidad temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, alteraciones en la alimentación, etc.
Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, inseguridad, temor a perder el control, incertidumbre, dificultad para tomar decisiones, etc.
Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, dificultad para estarse quieto, etc.
Dificultad de atención, concentración y memoria, aumento de despistes y descuidos, preocupación continua y excesiva, rumiación, pensamientos distorsionados e inoportunos, sensación de confusión, tendencia a recordar sobre todo cosas desagradables, etc.
Irritabilidad, verborrea, quedarse en blanco, dificultades para iniciar o mantener una conversación, etc.
El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por la presencia de ansiedad y preocupaciones excesivas durante al menos 6 meses. Las preocupaciones suelen ser constantes y tienen que ver con acontecimientos de la vida diaria (ej. Responsabilidades laborales, problemas económicos, de salud, familiares, fracasos de los hijos), así como con problemas menores (ej. Llegar tarde, tener que hacer algo, faenas domésticas, etc).
Se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones y por la relación que hay entre ella. Las obsesiones son ciertos eventos que provocan ansiedad y las compulsiones serían uno o varios comportamientos que la persona efectúa para reducir dicha ansiedad provocada por la obsesión.
Las compulsiones pueden tener con uno de los siguientes tipos:
La fobia social o trastorno de ansiedad social se caracteriza por la presencia de ansiedad clínicamente significativa en respuesta a situaciones sociales o actuaciones en público que suele dar lugar a comportamientos de evitación. Cuando la persona se enfrenta a situaciones de este tipo experimenta preocupación constante por la posibilidad de que la situación resulte embarazosa y teme que los demás le perciban como alguien ansioso, débil, loco o estupido. Estas personas puede que eviten hablar en público, o bien comer, escribir o beber en público, ante el temor de que los demás notan que les tiemblan las manos. Suelen padecer síntomas de ansiedad (palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gástricas, tensión muscular, enrojecimiento, o confusión) en las situaciones temidas. Así como una acusada ansiedad anticipatoria en forma de preocupación mucho antes de enfrentarse a la situación temida.
Consiste en el miedo intenso y persistente claramente asociado a una situación u objeto determinado. Los disparadores de la ansiedad en este caso son esos objetos o situaciones que pueden estar presentes en el momento que aparece el miedo, o bien ser anticipados, e incluso el miedo podría hacer referencia al miedo a desmayarse ante esa situación u objeto temido. El miedo es reconocido como irracional y excesivo por la persona que lo padece y por el psicólogo.
Los tipos de fobias más comunes son los siguientes:
Un ataque de pánico es una reacción de ansiedad muy intensa acompañada de la falta de capacidad para controlar esta reacción. Palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de ahogo, miedo a perder el control incluso a morir, son algunos de los síntomas. Los ataques de pánico pueden aparecer sin y con agorafobia.
La agorafobia se caracteriza por la aparición de ansiedad o comportamientos de evitación en lugares o situaciones donde es difícil de escapar o donde es imposible obtener ayuda en caso de que aparezca en ese momento una crisis de angustia o síntomas similares. La agorafobia puede aparecer aislada o asociada a trastorno de pánico.
Se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones y por la relación que hay entre ella. Las obsesiones son ciertos eventos que provocan ansiedad y las compulsiones serían uno o varios comportamientos que la persona efectúa para reducir dicha ansiedad provocada por la obsesión.
Las compulsiones pueden tener con uno de los siguientes tipos:
